Esto es imprescindible; no es lo mismo maquillar un ojo encapotado que uno almendrado, o aplicar iluminador en una nariz prominente (¡eso la destacará aún más!).

Aquí te dejo algún ejemplo:
– Si tienes ojos juntos, evita marcar el lagrimal, creará un efecto visual de que los tienes aún más juntos.

– Si tienes ojos pequeños, no abuses del delineado grueso, como es lógico, los hará más pequeños.

– Si tu rostro es alargado, contornearás tu cara de manera distinta a los rostros redondos.

Una piel seca hará que el maquillaje se cuartee rápidamente.

Como explico al principio de esta entrada, preparar la piel con crema hidratante es esencial. Y al final del día, desmaquíllate e hidrata bien para mantener tu piel sana.

Esto no solo es antihigiénico, sino que también puede provocar granos, irritaciones e infecciones.

Lava tus brochas y esponjas con frecuencia, especialmente si las usas a diario. A parte, desinfecta tus manos antes de maquillarte y evita tocar nada durante el proceso.

Uno de los errores más frecuentes y que más veo por la calle. Evita los falsos morenos que te hacen parecer naranja y los tonos demasiado claros que te dejan efecto «geisha».

No respetar el orden puede arruinarlo todo como ya hemos hablado: crema sobre polvo = desastre. Acabas creando una mezcla parecida al barro que se ve mal y te costará difuminar.

Primero aplica todos los productos en crema, y después los productos en polvo para sellar.

Las luces blancas distorsionan los colores reales. Siempre que puedas, maquíllate con luz natural (frente a una ventana) o con luces cálidas en su lugar. Esto evitará que al salir a la calle descubras que el maquillaje no se ve como pensabas.

Esto es algo muy frecuente que pasa en las tiendas, sobre todo de maquillaje, provocan que te sientas desorientado cuando llevas mucho tiempo, abrumado, mareado, acaba cambiando la percepción de los colores que compras y al final llegas a casa con más cosas de las que esperabas llevarte; encima, luego resulta que te lo pruebas y no es el color que buscabas. 

Si vas a grabar frente a focos potentes, sí tiene sentido exagerar un poco el maquillaje, ya que las luces pueden aplanar el rostro, pero si por el contrario es para uso diario o vas a salir a la calle, eso puede verse muy artificial y recargado. Además, usar demasiados productos pesados puede obstruir los poros y provocar infecciones cutáneas; acaba convirtiéndose en un pescado que se muerde la cola: te salen granos y te los quieres tapar para que no se vean pero a su vez estas provocando que te salgan más al poner productos encima. ¡Absurdo! 😒

Lo mismo pasa con los brillos (también llamados highlighter): en persona pueden verse bien, dependiendo tu tipo de piel claro, si tiene tendencia grasienta esto es absurdo. Pero en cámara, es algo que no encontrarás muy a menudo. 

Cuando usas brocha para una base cremosa, los pelitos pueden dejar marcas en la piel. Mejor usa una esponja húmeda, que ayuda a conseguir un acabado uniforme y natural, además de absorber el exceso de producto.

Al igual sucede con las sombras de ojos, si no sabes elegir bien la paleta de color y ni has sellado bien el rostro previamente, puedes crear lunares, parches o cortes horribles.

Ponerte las pestañas postizas tal cual vienen, sin medir ni cortar, puede quedar muy mal. Además, si no las integras con tus pestañas naturales, se notarán y restará naturalidad. Por no hablar de evitar usar pegamentos de mala calidad o dejar grumos en las pestañas.

Muchas veces no es necesario usar fijador, por no decir que no lo recomiendo ya que, en lo personal, no lo veo necesario si tu maquillaje está bien trabajado desde la raíz.

Muchos sprys contienen alcohol o siliconas que dañan la piel y crean una película de »plástico» en tu cara, la cual evita que tu piel transpire, por lo que comienza a sudar y tu maquillaje se desvanecerá con el tiempo (por no hablar que estás aplicando un producto líquido sobre una base en polvo) 

Aunque las redes sociales normalicen los ‘’overlips’’, delinear demasiado por fuera no queda bien en persona. Mejor respeta tu forma natural y reálzala sin exagerar.

Sellar bien el rostro es fundamental para que el maquillaje dure. ¡Olvídate de spry fijador! Pero cuidado con pasarte con los polvos o escoger unos blancos.

Usar polvos de calidad es lo que más recomiendo invertir.